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Debemos tener cuidado de extraer de una experiencia solamente la sabiduría que contiene, y detenernos; no seamos como el gato que se sienta sobre la estufa caliente.

Nunca volverá a sentarse sobre una estufa caliente (y eso está bien); pero tampoco volverá a sentarse sobre una fría.

Mark Twain

viernes, abril 21, 2006 

La responsabilidad social empresarial

Desde hace tiempo he venido escuchando el concepto de responsabilidad social muy utilizado mas que todo en el lenguaje social de algunas tendencias políticas y desde hace algo menos de ese tiempo ya había leído un articulo sobre el proceso de certificación que se estaba dando a algunas empresas basado en el comportamiento ético de las mismas y que junto a las normas ISO9000, ISO 14000 representaban un pilar mas en el proceso de mejoramiento continuo.

Hoy me tope con el articulo que reproduzco a continuación que es muy interesante en su contenido tanto en el concepto mismo como en la critica que hace el autor y sobre la cual estoy completamente de acuerdo, afianzar un concepto de esta naturaleza dentro de una organización significa por un lado: una firme creencia de los beneficios que este concepto representa para los empresarios, un juego de leyes laborales diseñadas para facilitar el desarrollo de dicha política, consciencia social real en la mente de todos los miembros plenos de la organización y donde la justicia, equidad y legalidad formen parte principal de la toma de decisiones. Creo muy difícil conjugar todas estas variables en un mismo objetivo y mas aun atraer consumidores socialmente responsable pero lo considero no imposibles .

Hoy en día una empresa puede certificarse en casi todo: calidad de sus procesos, cumplimiento de normativas medioambientales, cumplimiento de normativa laboral… y ahora también se puede certificar como Empresa Familiarmente Responsable.

Según el modelo de Empresa Familiarmente Responsable (vinculado al movimiento de Responsabilidad Social Corporativa), una empresa es tal cuando desarrolla políticas, planes y programas en el ámbito de la estabilidad del empleo, la flexibilidad laboral, temporal y espacial, la igualdad de oportunidades y la gestión de la diversidad, las políticas de RRHH con especial atención a mujeres y personas con responsabilidades familiares y el apoyo a la vida y a la unidad familiar de los empleados, en relación con la maternidad/paternidad, educación, cuidado de dependientes…

La Fundación +Familia (impulsada por la Federación Española de Familias Numerosas, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y un conjunto de empresas diversas), con apoyo del IESE, ha desarrollado el modelo de certificación EFR1000, que pretende auditar a las empresas que lo soliciten y reconocer a aquellas que efectivamente cumplan los criterios para ser considerada “familiarmente responsable”.

En teoría, esta certificación sirve para diferenciar a las empresas, incrementando su reputación y posicionándolas ventajosamente en el mercado laboral (para atraer y retener talento), en los mercados financieros (atrayendo inversión de la denominada “socialmente responsable”) o ante potenciales clientes (lo mismo, atrayendo consumidores “socialmente responsables”).

¿Mi opinión? Estoy de acuerdo en el fondo del asunto, claro. Cuanto más faciliten los trabajos la conciliación con la vida personal, mejor. Ahora bien, que una certificación (que todos sabemos cómo funcionan… mucho papeleo y no tantas realidades) sea el camino para conseguirlo, lo dudo. Que vaya a tener esos efectos tan magníficos, lo dudo aún más. Todavía tiene un pase lo del mercado laboral (aunque hoy en día hay bastantes criterios mucho más reconocidos que éste para distinguir buenas empresas, como la encuesta Great Place to Work o similares).

Pero lo de conseguir inversiones “socialmente responsables” o colectivos de consumidores “socialmente responsables”… me suena mucho a cháchara de esa que los académicos (y los consultores también, todo sea dicho) sueltan de vez en cuando, pero que difícilmente se materializa en resultados.

Pero bueno, el que quiera certificarse, que lo haga. Total, es gratis… uy… no… seguro que no. Que de alguna forma habrá que rentabilizar la idea, ¿no?

fuente: Anonimo - blog Salomon.