Debemos tener cuidado de extraer de una experiencia solamente la sabiduría que contiene, y detenernos; no seamos como el gato que se sienta sobre la estufa caliente.

Nunca volverá a sentarse sobre una estufa caliente (y eso está bien); pero tampoco volverá a sentarse sobre una fría.

Mark Twain

viernes, febrero 17, 2006 

La pregunta más importante

Bien después de estar algunos días ocupado con actividades de trabajo, hoy vuelvo a retomar mi blog y les traigo una pequeña historia que trata sobre la importancia de respetar a las personas y la primera muestra de este respeto es llamarlas por su nombre.

Durante mi segundo semestre en la Escuela de Enfermería, nuestro profesor nos tomó un examen sorpresa. Yo era una estudiante conciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que llegué a la última: ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela? Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero... ¿Cómo iba yo a saber su nombre? Entregué mi examen, dejando la ultima pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen. -Absolutamente-, dijo el profesor. En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: -¡Hola!- Yo nunca olvidé esa lección. ¡Ah!, y también aprendí que su nombre era Dorotea... Respeta a cada ser humano que conozcas, todos somos únicos e importantes.

miércoles, febrero 01, 2006 

El Gran Maestro y el Guardian

La vida siempre nos trae retos continuos, los cuales hay que analizar para poder encontrar la mejor vía de acción que nos garantice el triunfo, hay veces que tenemos la solución pero o no la podemos ver o nos da miedo aplicarla. El siguiente paradigma es una ilustración clara de lo que debemos hacer con todo aquello que nos perturba. Recuerda de adversidades nacen las oportunidades.

El Gran Maestro y el Guardián se dividían la administración de un Monasterio Zen. Cierto día, el Guardián murió y fue preciso substituirlo. El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría la honra de trabajar directamente a su lado. Voy a presentarles un problema, dijo el Gran Maestro, y aquél que lo resuelva primero, será el nuevo guardián del Templo. Terminado su corto discurso, colocó un banquillo en el centro de la sala; encima estaba un florero de porcelana seguramente carísimo, con una rosa roja que lo decoraba. Éste es el problema, dice el Gran Maestro; - resuélvanlo -. Los discípulos contemplaron perplejos el "problema", por lo que veían los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor. ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál sería el enigma? Pasó el tiempo sin que nadie atinase a hacer nada salvo contemplar el "problema", hasta que uno de los discípulos se levantó, miró al Maestro y a los alumnos, caminó resolutamente hasta el florero y lo tiró al suelo, destruyéndolo. - ¡Al fin alguien que lo hizo! - exclamó el Gran Maestro - ¡Empezaba a dudar de la formación que les hemos dado en todos estos años!. Usted es el nuevo guardián. Al volver a su lugar el alumno, el Gran Maestro explicó: - Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema". No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser eliminado. Un problema es un problema; puede ser un florero de porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado, por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae confort... "Solo existe una manera de lidiar con un problema": atacándolo de frente. En esas horas, no se puede ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo. Recuerda que un problema, es un problema. No tiene caso tratar de "acomodarlo" y darle vueltas, si al fin y al cabo ya no es otra cosa más que "UN PROBLEMA". Déjalo, hazlo a un lado y continúa disfrutando de lo hermoso y lo que vale la pena en la vida. ¡No huyas de él... acaba con él!.